viernes, 1 de junio de 2012

Nuestra galaxia colisionará con su galaxia más cercana


La Vía Láctea chocará con su galaxia más cercana, Andrómeda, dentro de aproximadamente 4.000 millones de años, según científicos de la agencia espacial de Estados Unidos.
Ambas galaxias se están atrayendo mutuamente por gravedad y el encuentro es inevitable. Tras la colisión deberán transcurrir otros dos mil millones de años para que ambas masas de estrellas se fusionen por completo y tomen la forma de una galaxia elíptica única.Los expertos de la NASA basaron sus cálculos en observaciones realizadas con el telescopio espacial Hubble.
Los científicos señalan que las estrellas están tan espaciadas dentro de cada galaxia que el Sol y sus planetas circundantes no correrían peligro.
Desde la Tierra, el encuentro de ambas galaxias se verá espectacular, siempre y cuando la especie humana aún sobreviva dentro de cuatro mil años.

Movimientos laterales

Se sabe desde hace mucho tiempo que la Vía Láctea y Andrómeda se están acercando.
Ilustración de la NASA muestra el impacto y la distorción en Andrómeda y la Vía Láctea tras la colisión de las galaxiasActualmente se encuentran a una distancia cercana a 2,5 millones de años luz, pero convergen a una velocidad aproximada de 400.000km/h.
Hubble permitió medir en forma más detallada que nunca el movimiento de una región de Andrómeda conocida como M31.

Sistema solar

Simulaciones digitales basadas en las mediciones del Hubble indican que ambas masas de estrellas acabarán formando una única galaxia elíptica similar a las que se observan comúnmente en el Universo.
Aunque las galaxias se encontrarán, las estrellas individuales no chocarán entre sí porque el espacio entre ellas aún será enorme.
Ambas galaxias fusionadas en una única elíptica, Ilustración de la NASALos científicos creen, sin embargo, que una perturbación gravitacional podría hacer que todo el Sistema Solar cambie su posición.
Es probable también que la fusión dispare una fase intensa de creación de nuevas estrellas y que los agujeros negros supermasivos en los centros de cada galaxia se transformen en uno único.
Los investigadores de la NASA señalan que la galaxia Triangulum, o M33, la pequeña acompañante de Andrómeda, también podría ser parte de la gran colisión.
Lo que nadie sabe es si los seres humanos podrán ser testigos de estos eventos magnánimos.
En cuatro mil millones de años, el combustible nuclear en el Sol habrá comenzado a agotarse y nuestra estrella habrá comenzado a aumentar de tamaño, explicó Van der Marel.

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